Uno de los problemas más frecuentes en las mujeres son los periodos de ovulación, la cual en algunos casos hay meses en los que no existe (anovulación) y en otros se retrasa de manera significativa. Esto puede afectar a la fertilidad de la mujer y por consiguiente también afectará en el momento en que la pareja decide tener hijos. Dependiendo del grado o el tipo del problema se optará por un tratamiento u otro.
Centrándonos en la estimulación ovárica, hay que decir que se trata de una técnica que aumenta significativamente las posibilidades de que la mujer quede embarazada. Lo que se hará será administrar inyecciones intramusculares o subcutáneas (también hay medicamentos por vía oral), y será la propia mujer o su pareja quien las inyecte. El tratamiento dura alrededor de dos semanas por regla general.
Con la estimulación ovárica lo que se hará es, precisamente estimular la ovulación, por lo que se aumentan las posibilidades de que se produzca un embarazo múltiple, aunque no hay que asustarse porque no es algo que ocurra muy frecuentemente.
También, precisamente por la estimulación, es posible que en la mujer se desarrolle el síndrome de hiperestimulación ovárica (menos del 10% de los casos). Por regla general en el caso de que esto ocurra, lo habitual es que sea de nivel leve que pueden provocar dolor o distensión de abdomen, aumento leve de peso, etcétera. En los casos más graves, puede haber síntomas como dificultades para hacer pipí, aumento considerable de peso, o dolores fuertes de abdomen. En los casos leves las molestias desaparecerán por sí solas, pero en los casos graves hay que consultar lo antes posible con el médico.
Después de haber procedido a la estimulación ovárica, se esperará alrededor de 35 semanas para proceder con la Inseminación Artificial o con la captación ovocitaria si lo que se va a realizar es una Fecundación in Vitro.
Foto obtenida de: Neoginfer.