Todas las personas tenemos unos conductos lagrimales que comunican los párpados con la nariz, llevando por ellos la lágrima hasta la nariz y luego a la garganta. Ese es el motivo por el cual, cuando instilamos unas gotas en los ojos o en la nariz, a veces notamos su sabor en la boca; esto indica indirectamente que dichos conductos son permeables. En los recién nacidos, en ocasiones, esos conductos no se han permeabilizado correctamente, la mayoría de las veces por una obstrucción a nivel de … [Read more...]