Para terminar de explicarles a nuestros pequeños qué es la envidia, he aquí las últimas pautas que nos faltaban:
Aclárale que las emociones son nuestras amigas: es fundamental que tu pequeño no se sienta asustado por sentir envidia. En algunas ocasiones, la envidia puede hacernos progresar, pues nos ayuda a ver qué es lo que nos gustaría tener y qué no tenemos. Explícale la importancia de reconocer ese sentimiento para ver qué le gustaría conseguir.
Explícale la diferencia entre la envidia buena y la mala. Son dos hermanas parecidas, pero diferentes. Es imposible no sentir envidia en ningún momento de la vida. Debes transmitir a tu hijo este hecho, explicándole que la envidia mala es la que nos destruye y no nos ayuda a crecer, pues nos fijamos solo en lo que la otra persona tiene. Por el contrario, la envidia buena nos ayuda a obtener nuestras metas aprendiendo de cómo el otro ha conseguido lo que queremos nosotros.
Dale alguna alternativa para expresarla: es bueno que tu hijo cuente con formas que le permitan hacerlo de una forma sana. Entrena con él las siguientes expresiones: “Cómo me gustaría tener… como tú tienes”, “Quiero aprender de la forma en que has conseguido…”, “Me gustaría mucho tener … como tú… pero también estoy contento por tener…”
Imagen: todanoticia