La tristeza y la desesperación no son sentimientos exclusivos de la etapa adulta puesto que los niños también son vulnerables en su mundo emocional. La Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) ha informado sobre el preocupante incremento de casos de menores que sufren ideas suicidas o autolesiones. Benjamín Ballesteros, responsable de programas de la Fundación explica a este respecto: «Hace cinco años apenas recibíamos una o dos llamadas vinculadas a las autolesiones, pero sólo desde enero ya llevamos 176».
La crisis económica que vivimos actualmente no sólo afecta a los adultos sino también, a los niños: «creemos que una de las causas de este aumento de maltrato es la situación general de crisis, el desempleo y en general las dificultades económicas que atraviesan las familias, lo que agudiza la tensión en los hogares y aumenta la agresividad en el ámbito familiar».
Los casos de autolesión también han aumentado: “En internet se está produciendo un efecto contagio porque en la red se explican los métodos para hacerlo”. El motivo que podría esconderse detrás de esta actitud es que “mientras se hacen daño, se olvidan de sus problemas psicológicos, les hace sentir que están vivos y, lo peor de todo, puede crear cierta adicción”. La llegada de internet también aporta unos matices concretos a la infancia del siglo XXI.
La Fundación Anar tiene un teléfono de ayuda a niños y adolescentes que ofrece asesoramiento y escucha a todas aquellas llamadas que solicitan petición de ayuda por distintas causas. Todos aquellos que quieran apoyar la Fundación Anar también pueden participar como voluntarios o donar un dinero a modo de ayuda.
Fuentes – La Razón, Diario Vasco