Adiós al pañal

Existen algunas señales durante la vida del bebé a las que los padres siempre deben de estar atentos, hay que prestar especial atención a esas que los más pequeños hacen para avisar de que están preparados para dar un nuevo paso en su evolución. Un ejemplo de ello es el momento en el que pueden dejar de usar el pañal.

¿Cómo lo demuestran?, pues por ejemplo de un día para otro pueden comenzar a mostrarse incómodos con el pañal, incluso puede que algunos exijan ser limpiados en cuanto se sientan sucios, o si vamos un poco más allá, el bebé podría también avisar justo en el momento en el que  está haciendo pipí o caca. Algunas señales habituales en los niños que de alguna forma avisan a los padres de que tiene ganas de hacerlo, pueden ser: agarrarse el pañal, dar salititos, cruzar las piernas, o puede también que ya comience a comprender qué no debe hacer y se esconda en el momento en el que sienta las ganas.

Una vez que los padres hayan tomado la decisión de desechar los pañales, deberán de ser pacientes y sobre todo constantes, si el niño ya no va usar pañal, no se le pondrá en ningún momento (a excepción de las noches). Hay que tener en cuenta que enfadarse con él por los escapes, tan solo será contraproducente, ya que lo único que se provocará en el niño es una mayor presión ante algo que debe terminar por surgir de forma natural.

Respecto a las noches, esto podrá hacerse de forma más lenta. Se utilizará el pañal en los comienzos de esta época y se vigilará por la mañana si lo ha ensuciado, para que cuando lleve una semana amaneciendo totalmente seco quitarlo totalmente. Conseguir esto en horario nocturno puede ser en algunos casos un proceso mucho más lento, por tanto, una vez más será necesario tener mucha paciencia.