La hora de bañar al bebé es uno de los momentos más importantes del día, algo que a muchos padres les inquieta las primera veces porque se sienten inseguros y nerviosos al hacerlo, pero esta sensación termina pasando, ya que con un poquitín de práctica en unos días será como hacer cualquier otra cosa cotidiana.
Lo más importante a tener en cuenta antes de proceder al baño, será tener absolutamente todo preparado, ya que si el padre o la madre se encuentra solo no podrá dejar al niño en la bañera para ir a buscar aquello que se le ha olvidado. De manera que hay que tener las cosas a mano y pensadas:
– La habitación estará a una temperatura templada, y el agua de la bañera a unos 36 grados.
– A ser posible tendremos los botes de champú y gel destapados para mayor comodidad después.
– No olvidemos la esponja y la toalla, esta última se puede dejar extendida sobre la superficie en la que vayamos a preparar al bebé cuando lo sacamos del agua.
– Por último, también al alcance tendremos la crema para el culete, el aceite, la ropa y por supuesto el pañal. Tampoco estará de más tener a mano toallitas por si se da algún imprevisto cuando el niño ya esté fuera del agua.
Con todo preparado ya podemos desvestir al bebé para después meterlo poco a poco en el agua, agarrando su cabeza y los hombros con una mano, así como el culete y las piernas con la otra. Una vez dentro del agua y ya con la mitad del cuerpo apoyada, podemos sacar la mano que sujetaba las piernas, y utilizarla para lavar su cuerpecito (la cabeza estará siempre fuera del agua). Una vez lavado el cuerpo, se procede al lavado de la cabeza, siempre utilizando poca cantidad de champú. A continuación enjuagamos la cabeza y lo sacamos del agua de la misma manera que lo hemos introducido, lo colocamos en la toalla y lo secamos a conciencia sin frotar, sino con ligeros toquecitos. Es importante prestar atención a los pliegues y secarlos bien para evitar que queden zonas húmedas.
Una vez hecho todo esto, le echamos la crema en el culete y aceite hidratante en el cuerpo. Para terminar le ponemos el pañal, la ropa y… ¡listo!
Hay que tener en cuenta que el baño deberá durar unos 4 minutos y que siempre se recomienda hacerlo sobre la misma hora, porque como ya hemos comentado otras veces llevar una rutina con los bebés siempre es importante.