Llevan años investigando para dar con una prueba que consiga predecir si la embarazado corre el riesgo de sufrir un parto prematuro. Se trata de un grupo de científicos del Reino Unido que intentan acabar con las complicaciones asociadas a los nacimientos ocurridos antes de la semana 37 de gestación.
Los investigadores descubrieron que si los niveles de progesterona en la saliva de la futura mamá eran muy bajos, el nacimiento de su hijo tendría lugar antes de la semana 34. Este ha sido el punto de partida para un estudio que aún no ha concluido y que busca perfeccionar una técnica que reduzca o incluso evite el parto precoz.
La noticia, que acabó siendo publicada en ‘The British Journal of Obstetrics and Gynecology, captó la atención de toda la comunidad médica ya que, de quedar firmemente demostrada la relación entre la progesterona y el embarazo pretérmino, una simple prueba de saliva sería suficiente para controlar los riesgos de una manera sencilla y barata.
Los científicos londinenses continúan con su trabajo, si bien se muestran muy satisfechos de los resultados obtenidos a partir del seguimiento realizado a 92 embarazadas con algún factor de riesgo. La selección se hizo entre casi 900 futuras mamás y a las elegidas se les tomó muestras de saliva desde la semana 24 de embarazo y hasta el momento en que se produjeron los partos.
Lo cierto es que aún no han podido establecer una causa directa entre la escasez de la hormona y el parto adelantado, pero sí que han demostrado que si los niveles de progesterona no son suficientes en el organismo de la madre, ésta queda expuesta a un mayor peligro de contraer infecciones bacterianas, lo que incrementa notablemente la probabilidad de provocar el parto antes de tiempo.
Si todo va bien, quizás el test de saliva podría ser una realidad que llegase pronto a todos los hospitales del mundo.
[…] de tener en cuenta que para los chiquitines y durante sus primeros meses de vida, la boca es el medio por el que, con mayor facilidad, reconocen y aprenden. Al margen de ello también […]