A simple vista, la casa para algunos padres, sobre todo en el caso de padres primerizos, resulta un campo de minas, parece que se mire a donde se mire se ve el peligro. Y esto es una realidad, pero tampoco es necesario ser demasiado alarmista, sino que tan solo se deberán tomar algunas medidas de seguridad para que nuestro bebé crezca sin peligro.
¿Cuáles son las medidas más habituales que hay tomar?, pues por ejemplo:
– Tapar con protectores los enchufes, para que el niño no pueda introducir en ellos los dedos ni ningún otro objeto fino, como pueden ser unas simples horquillas.
– Poner en alto las medicinas, productos de limpieza, etcétera, para evitar que las ingieran.
– Colocar protectores en las ventanas, con el fin de que no se puedan abrir totalmente. Para esto existen varias opciones, desde topes hasta redes.
– Las esquinas de las mesas o de otros muebles quizás sean las más populares a la hora de sufrir algún altercado, para esto también existen protectores que servirán para amortiguar los posibles golpes. Otra cosa a tener presente con los muebles, es que éstos no se muevan o tambaleen, si esto ocurre habrá que fijarlos a la pared para que no se les caiga encima.
– Si la casa tiene escalera, no estará demás colocar barandillas o barreras tanto en la zona baja como en la alta, de esta forma evitaremos que el niño suba o baje con el riesgo que esto supone.
– No dejar a su alcance elementos pequeños que se pueda llevar a la boca, ya que podría sufrir atragantamiento y asfixia.
– La cocina es otro lugar que encanta a los más pequeños, muchos botones por todos lados, que giran e ¡incluso el del horno o el del microondas suenan! Para que no puedan manipularlos, hay unos cubre mandos que llevan una tapa incorporada, de forma que para girarlos habrá que levantar esa tapa (cosa que ya un niño pequeño no podrá hacer). También en la cocina ¡ojo! con las cazuelas o sartenes que tengamos en el fuego, siempre es recomendable dejar el mango mirando hacia la pared para evitar que puedan agarrarlo y echarse encima lo que se esté cocinando.
– En el baño jamás se le dejará solo en la bañera, y se intentará graduar siempre el agua para que salga con una temperatura óptima, de esta forma si el niño abre el grifo sin ser visto, no sufrirá quemaduras.
Con todo esto, un poco de atención y sentido común, los padres podrán estar un poco más tranquilos, aunque como siempre lo mejor es no perder de vista durante demasiado tiempo al niño, y saber en todo momento dónde está y qué hace… pero como ya decíamos, sin que esto suponga una obsesión.