Contraer una anemia de mayor o menor importancia durante el embarazo es algo que le ocurre a algunas mujeres durante el embarazo. Esto es debido a que el volumen sanguíneo se hace mayor y se necesita una cantidad de hierro superior para producir glóbulos rojos.
¿Qué síntomas son los que avisan de que una mujer tiene anemia? Pues por ejemplo: tener la piel más pálida de lo habitual, el cansancio extremo, la sensación de falta de aliento, sentir palpitaciones, sufrir desmayos, estar más débil, etcétera.
Las embarazadas que tendrán más facilidad de tener anemia serán:
– Aquellas que durante el embarazo vomitan mucho y están mal alimentadas.
– Las que han tenido varios embarazos en intervalos de tiempo cortos.
– Las que tienen embarazos múltiples.
Una dieta rica hierro ayudará en gran medida a la mujer anémica, alimentos como las frutas las verduras, la carne o los cereales son algunos ejemplos. Pero existen algunos alimentos que se recomiendan especialmente por tener grandes cantidades de hierro como la calabaza, el buey, la col rizada, las espinacas, las lentejas, el pato, las sardinas, la soja, el hígado, los frutos secos, o los guisantes, entre otros.
Hay que tener en cuenta que si se consume hierro entre las comidas junto con algún alimento que sea rico en Vitamina C, el cuerpo absorberá el hierro mejor. Sin embargo, si se toma con leche, café o té, el cuerpo lo absorberá menos.
Un tipo de anemia que puede dar mayores problemas durante el embarazo, llegándose a considerar éste de alto riesgo, es la anemia falciforme. Este tipo es mucho más preocupante ya que es hereditaria y se puede pasar de padres a hijos. La anemia falciforme es una enfermedad de los glóbulos rojos, y las personas que la sufren tendrán hemoglobina fuera de lo normal, lo que produce que los glóbulos rojos lleguen a tener forma de C y que lleguen a endurecerse, lo que podría llegar a originar atascos en los vasos sanguíneos.