Ha llegado el verano y por primera vez el bebé va a poder disfrutar de sus primeras vacaciones en la playa (se recomienda esperar hasta que el niño tenga los 6 meses), ¿qué se debe tener en cuenta antes de llevarlo y sentarlo en la arena?, pues lo principal será evitar exponerlo al sol en las horas en que éste apriete más (entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde).
Siempre y cuando los bebés ya se puedan sostener sentados, algo que les encantará será jugar con la arena, o permanecer dentro de una de esas prácticas y pequeñas piscinas hinchables, en cualquier caso, esto siempre se hará después de haberle puesto una crema especial para bebés con un alto factor de protección, colocarles un gorro en la cabeza, y a ser posible dejarlos siempre bajo una sombrilla para protegerlos del sol, todo esto incluso cuando estemos fuera del rango horario de esas horas prohibidas.
Los padres las primeras veces que vayan a meter al pequeño en el agua, ya sea del mar, de la piscina o del río, deberán hacerlo despacio, mojando primero algunas partes del bebé como la barriga, la nuca, los pies, etcétera, para evitar así un impacto y que le pueda llegar a coger miedo al agua. Tras el baño, siempre se le quitará el bañador mojado y se le dará una ducha para eliminar la sal o el cloro. Para terminar se le secará completamente y se le volverá a dar con la crema solar.
Se recomienda que cuando son muy pequeños no se introduzca su cabeza debajo del agua, ya que los bebés son propensos a sufrir las temidas y habituales otitis, de manera que si por accidente ocurre esto, habrá que secar los oídos suavemente también cuando se les saque del agua.
Con todo esto, los padres ya estarán preparados para disfrutar de esas primeras vacaciones en las playa con su hijo.