No existen alimentos que necesariamente ayuden a mejorar la calidad de la leche que la mujer durante la etapa de lactancia, lo que sí puede ocurrir es que dependiendo de lo que se coma, la cantidad de leche que produce ella sea mayor o menor. Un ejemplo de ello, es que las mujeres que no ingieran suficientes proteínas y calorías, pueden llegar a tener menos leche que otras que se alimentan de forma más adecuada.
La mujer, durante esta etapa, podrá tomar alrededor de 500 calorías más que ingería antes de quedarse embarazada, siempre y cuando no tuviera en esa época sobrepeso o engordara de forma excesiva durante el embarazo. Las calorías que a su cuerpo le van a sobran, se utilizarán para que pueda producir una mayor cantidad de leche. Dicha cantidad (y volvemos a recordar que siempre y cuando la mujer tenga un peso adecuado) se podrá ir aumentando paulatinamente a medida que el niño crece, esto es algo lógico, ya que cuanto más grande sea, mayor será su demanda de comida.
Otro elemento importante en la alimentación durante esa época, será el calcio, que como ya sabemos se encuentra en productos como la leche, el queso, los yogures, etcétera.
Por otro lado, resulta muy importante que la mujer que está dando el pecho esté siempre bien hidratada, por tanto, deberá tomar líquidos cada vez que pueda (al menos 8 vasos al día). Para ingerir líquidos, no habrá que centrarse solamente en el agua, aunque esta sea lo primero que se viene a la cabeza, hay otras formas de hacerlo como a través de zumos, caldos, leche, sopas, etcétera.
Las proteínas es algo que se recomiendan disminuir en el periodo de lactancia, aunque nunca deben ser eliminadas de la dieta, simplemente habrá que controlar un poco lo que se come y no abusar de ellas.