Durante el embarazo pueden utilizarse casi todas las cremas de la cara, excepto las que tienen ácido retinoico (no confundir con el retinol).
Respecto a las cremas de cuerpo, es mejor dejar las anticelulíticas para después del embarazo, dado que no se conocen los efectos de algunos tratamientos; podemos combatir la posible aparición de la celulitis con paseos. También se aconseja evitar las cremas decolorantes en zonas amplias o en la tripa, aunque las podemos utilizar en zonas pequeñas, como el labio superior.
Existe controversia sobre lo adecuado o no de teñirse el pelo, permanentarlo o alisarlo durante el embarazo. Muchos especialistas opinan que en general no hay problema si ya se ha hecho anteriormente, siempre que se usen los mismos productos. Sin embargo, si una mujer nunca se ha teñido o alisado el pelo, la gestación no es el mejor momento para hacerlo por primera vez, por el peligro a que se manifieste una alergia en relación a cualquiera de los productos.
El embarazo no es el mejor momento para pintar la casa. Las pinturas y disolventes son productos potencialmente dañinos para el feto.
Si la madre se intoxica con los disolventes (por contacto o inhalación de dosis altas, principalmente), está corriendo el riesgo de un aborto, alteraciones o malformaciones del sistema nervioso central o retraso mental del futuro bebé.
Las pinturas son más o menos tóxicas en función de si sus pigmentos son orgánicos o no (como el plomo). También son tóxicos los disolventes y barnices. Si no queda más remedio que hacer las obras, se deberán ventilar muy bien los espacios (la mujer no entrará en ellos hasta el final) y, si es ella quien debe entrar en contacto con estos productos, se protegerá con guantes y mascarillas especiales para productos químicos.
Es importante extremar la higiene de cualquier mascota para no contraer infecciones que podrían perjudicar al feto. Hay que tener un cuidado especial con los gatos ya que, si están infectados, pueden transmitir la toxoplasmosis.
El parásito que origina esta enfermedad no se transmite por el aire ni por el contacto, se introduce en el cuerpo a través de los alimentos. Se encuentra en los excrementos de gatos infestados. Por eso, la mujer deberá lavarse bien las manos después de tocar a estos animales, especialmente si va a cocinar. Ella no debe limpiar nunca la caja de los gatos y si maneja la tierra, deberá usar guantes y luego lavarse muy bien las manos.