Algunos bebés tienen manchas en la piel, a veces desde el nacimiento: planas o abultadas, de bordes regulares o irregulares, de color oscuro o claro, en el tronco, en las extremidades o incluso en la cara.
No están relacionadas con ninguna enfermedad ni con antojos o carencias de la madre durante el embarazo, como se dice popularmente. ¿A qué se deben, entonces? ¿Cuál es su pronóstico?
Es un área plana de color gris azulado o pizarroso, similar a un hematoma, que suele aparecer en la parte inferior de la espalda. Tiene bordes rectos y algo difusos y puede ser irregular.
Suele desaparecer hacia los dos o tres años o en la edad escolar, aunque pueden quedar vestigios de ella en la edad adulta. No necesita ningún tipo de cuidados.
Se deben a la presencia de melanocitos (células productoras de melanina) en la dermis. Esta mancha es muy común en niños de raza amarilla y negra. La frecuencia en niños blancos es del 10 %.
Mancha color salmón
Mancha de color rosa intenso de bordes irregulares que se aclara al presionarla. Se localiza en la parte media de la cabeza: parte baja de la frente y el entrecejo, los párpados superiores, entre la nariz y el labio superior o la parte posterior de la cabeza o del cuello (en esta ubicación también se conoce como picadura de la cigüeña).
Desaparece antes del segundo año, excepto las de la nuca, que pueden verse en la edad adulta. No necesita ningún tipo de cuidados.
Son vasos sanguíneos que persisten desde el periodo fetal. Se trata la marca más frecuente, especialmente en bebés de piel clara, aparecen en más del 50 % de los bebés.