Si hasta apenas hace unos meses, la única forma que tenían los padres de saber cuál era el sexo de su futuro bebe, era a través de la ecografía que se realizaba en el segundo trimestre del embarazo, alrededor de la semana 20 de gestación, hoy por hoy ya se ha dado con una nueva forma de saberlo con anterioridad. Hay que añadir, que hasta ahora, también había otra forma de averiguarlo, que era a través de una biopsia de vellosidades coriales, pero pese a que el resultado era fiable, era una técnica que se utilizaba muy poco debido a que el feto corría algunos riesgos.
La forma que como decíamos se ha encontrado y que actualmente ya se practica, es realmente sencilla, de hecho parece casi imposible que algo tan simple pueda dar la respuesta. Se trata ni más ni menos de obtener una muestra de sangre periférica de la madre, ¡sí! con tan solo un pinchacito se podrá saber si el bebé será niño o niña, desde muy pronto, en la octava o novena semana más concretamente. Esto es posible, porque se calcula que alrededor de 6% de ADN que se encuentra en la madre es de origen fetal. Por ello es posible la detección de ffDNA, que es DNA (material genético que se encuentra en cada célula del cuerpo) fetal libre de células.
Los resultados son de lo más fiables, pero es muy importante que la gestante se encuentre realmente en la octava o novena semana de embarazo, ya que si no es así los resultados no serán válidos. Es fácil que una mujer que tuviera reglas irregulares, no sepa en qué semana justa se encuentra, por ello para que esta prueba sea fiable, se aconseja que antes de hacérsela, la mujer se haga una ecografía para asegurarse que está en esa semana.