Aunque el aumento de peso recomendado depende de cada mujer, de su constitución, de su altura y de lo que pesaba al inicio de la gestación, por regla general los expertos aconsejan ganar entre nueve y once kilos.
Ya desde el inicio, la gestación da lugar a un aumento de peso lógico, debido a todos los cambios que se producen en el organismo femenino, que tiene que adaptarse a sus nuevas necesidades. Así, por ejemplo, enseguida se produce una alteración en el metabolismo de los hidratos de carbono por la cual el cuerpo tiende a almacenar una grasa que en otras circunstancias se eliminaría (especialmente en zonas como el abdomen, los muslos, los brazos y la espalda).
Se trata de un sabio mecanismo natural destinado a fabricar una ‘reserva’ de cara a la lactancia. El ritmo al que se ganan los kilos está directamente relacionado con el tipo de dieta que se lleva.
Lo ideal es que este peso se gane de forma progresiva, algo que beneficia tanto al feto (recibe un aporte regular de alimentos que favorece su crecimiento) como a la madre (evitando modificaciones bruscas en su figura que pueden conllevar otros problemas como estrías, hinchazón, etc.).
Como regla general, durante el primer trimestre se gana entre 900 g y 1,8 kg. Ya en el segundo trimestre, en torno al quinto o sexto mes, este peso se suele disparar (entre 4,500 y 4,950 kg) debido fundamentalmente a un aumento del volumen de sangre, del tamaño del útero y de las mamas. En el tercer trimestre se suele engordar entre 5,400 y 5,850 kg, atribuidos al rápido crecimiento que experimenta el niño y también al aumento de la cantidad de líquido amniótico.
En los casos de embarazos múltiples, tanto el aumento de peso aconsejado como las premisas dietéticas recomendadas son las mismas que para una gestación única.