¿Existe algún modo de prevenir los resfriados en bebés, además de seguir las normas higiénicas de rigor (lavarse las manos, no exponerle a ambientes con muchas personas, respetar el sueño y la alimentación del niño…)?
Pongamos por ejemplo el caso de un bebé que durante sus primeros cinco meses ha estado sano pero, al empezar la guardería no ha parado de resfriarse (con laringitis y conjuntivitis incluidas). Incluso llegamos a pensar en pedir una excedencia en el trabajo para sacarlo de la guardería si continúa por el mismo camino y nos preguntamos si está indicado Trofalgón o algún producto como propóleo a partir de cierta edad del bebé.
Ya os hemos comentado que uno de los inconvenientes de la incorporación temprana del bebé a las guarderías es la repetición de los procesos catarrales de vías altas, justificándose los mismos porque el niño aún no tiene desarrollado su sistema inmunitario, y a la vez se va agotando la inmunidad que le ha transmitido la madre.
La mayor parte de estos procesos son de origen vírico, ya que debemos recordar que los virus nos rodean en gran número.
Generalmente, estos procesos incomodan al niño durante unos días, y sobre todo angustian a los padres, pero no tienen una influencia negativa en la salud futura del bebé y además, de algún modo, son una especie de vacunación natural, pues van ayudando al desarrollo de la inmunidad del niño.
Por ello, no os recomendamos ninguno de los productos milagro anteriormente mencionados, sino seguir las normas higiénicas de rigor ya indicadas a las que hay que añadir una muy importante: nunca se debe fumar en el domicilio cuando haya niños pequeños. Además, siempre se debe seguir al pie de la letra los consejos de su pediatra sobre estos frecuentes procesos.
Imagen: Blogs Terra