Es habitual que en los anuncios que aparecen en televisión, se haga de alguna forma una distinción entre los juguetes de niños y los de niñas, si es una muñeca serán niñas las que aparezcan, y si son coches serán niños. De hechos como este, es por lo que los niños tienen a ha hacer una diferenciación entre unos juguetes y otros. Hay que decir que los juguetes no tienen sexo, de hecho estaría bien animar a los niños a que jueguen con todo tipo de juguetes, ya que esto les ayudará en muchos sentidos, como a la hora de descubrir nuevas capacidades psicológicas.
Pero este problema, no se puede achacar solo a la televisión. Los niños imitan lo que ven en casa, y si es mamá la que siempre hace la comida, un niño varón verá que no es normal que eso lo haga un hombre, y por tanto… jugar a las cocinitas lo tomarán como cosas de chicas.
Otro ejemplo claro en el que se puede ver esto, es en los cuentos infantiles que se leen a los niños. Está claro que no se puede reprochar esto, cuando se escribieron algunos de los cuentos más populares eran otros tiempos y se vivía de otra forma, pero han quedado ahí, y los niños leen una y otra vez que es mamá la que se queda en casa mientras papá se va a trabajar. Una solución sería evitar que los niños lean estos libros, sin embargo, no hay que llegar a estos extremos, los clásicos cuentos forman parte de la cultura, por lo que no recomendamos hacer esto, sino que tras ser leídos sean los padres quienes de forma natural les den a los niños una explicación de por qué en el libro son así las cosas, y también hacerles entender que hoy por hoy tanto niños como niñas pueden hacer, y por tanto jugar, con los mismos juguetes.
Por tanto no es bueno distinguir entre juguetes para niños y para niñas, en la variedad está el gusto, y en este caso, la variedad les ofrecerá a los niños más alternativas para inventar sus historias, lo que será bueno para su desarrollo, además de que algo tan simple a la larga también favorecerá la convivencia entre ambos sexos.