Tras ver en qué consisten los Bancos de Leche y la importancia de la leche materna en los primeros meses de vida de los bebés, nunca vienen mal unos cuantos consejos para aprender a extraernos la leche del pecho de la mejor forma posible.
Algunas de las recomendaciones a seguir son:
- Podemos extraer la leche de forma manual o mecánica.
- Antes de hacerlo es aconsejable realizar un pequeño masaje rotatorio en el pecho, alrededor del pezón, para estimular la secreción y así facilitar la extracción.
- La mujer, antes de empezar, debe lavarse las manos con jabón y asearse las uñas cuidadosamente, secándoselas con papel, mejor que con una toalla.
- El seno, en particular la zona de la areola y el pezón, deben limpiarse. Para evitar alteraciones cutáneas de detergentes, es suficiente lavar solo con agua corriente o con una gasa mojada en agua.
- Cuando la extracción resulta dolorosa o difícil, una ducha o un baño previo con agua caliente puede ayudar.
- Sobre todo al inicio de la lactancia, se recomienda que la frecuencia de la extracción sea cada dos horas durante el día y cada tres horas durante la noche, siempre y cuando este esfuerzo esté dentro de las posibilidades de la madre donante.
- Se recomienda realizar la extracción mecánica al lado del bebé, o en contacto físico con él (incluso mirando una foto suya). Esto facilita todo el proceso e incrementa la cantidad de leche producida por la madre.
- No es necesario desartar los primeros 5-10 ml de leche extraída, con el fin de reducir la carga bacteriana.
- Es muy importante que si usamos sacaleches, al finalizar lo limpiemos escrupulosamente bajo un chorro de agua para eliminar todos los restos de leche antes de esterilizar el extractor.
Por supuesto, en caso de tener alguna duda, podréis acurdir a vuestro médico habitual para que os aconseje de forma personalizada.
Imagen: Lactarte