A lo largo del embarazo se realizan diferentes pruebas con el objetivo de analizar la evolución y el desarrollo del proceso de gestación, poder observar que la madre se encuentra en perfecto estado y que el niño también crece perfectamente. Pues bien, una ecografía es una prueba rutinaria a lo largo de los nueve meses que de forma habitual, es decir, dentro de un embarazo normal y sin riesgos, se realiza en tres ocasiones. ¿Dentro de qué periodo se realiza cada una de estas ecografías?
1) En primer lugar, alrededor de la octava semana, la futura mamá acude al ginecólogo para poder realizar la primera prueba gracias a la cual se puede determinar el plazo de tiempo en el que se dará a luz. Ese momento siempre es especial ya que siempre produce una inquietud especial saber en qué mes nacerá el niño.
2) Por otra parte, hacia la mitad del embarazo se produce la segunda ecografía. En este caso, ya es posible descubrir si el futuro bebé será un niño o por el contrario, será una niña. Por tanto, en esta ecografía hay puestas muchas expectativas en tanto que, por ejemplo, a algunos padres les hace una especial ilusión tener una hija. Como siempre lo importante es que el bebé crezca sano. Pero además, en la segunda ecografía se puede determinar si la mamá espera un niño, o por el contrario, si está embarazada de gemelos.
3) Finalmente, la tercera ecografía se realiza un mes antes de dar a luz. Y sirve para valorar si el embarazo se ha desarrollado perfectamente y el bebé se encuentra en buen estado. Cada una de estas pruebas aporta tranquilidad emocional, algo muy positivo de cara afrontar el momento del parto (que siempre produce cierto nivel de intranquilidad).
Imagen: Blog del bebé