Cuando los bebés nacen, lo hacen con el sentido del tacto completamente desarrollado, es por ello que resulta tan placenteras para ellos todas las señales que se les dan de cariño, como las caricias, los besos, o los abrazos (acciones que reconfortan al pequeño y les ayuda a relajarse cuando están inquietos). Y parece ser que este sentido, es una de las partes importantes para su desarrollo cerebral.
Estimular al bebé a través del tacto, es algo que se puede hacer desde el momento que nace, y algo como el simple hecho que tras el parto se coloque al bebé sobre el cuerpo de la madre, piel con piel, ayudará a crear el vínculo entre ambos (igualmente ocurrirá cuando se haga esto mismo con el padre).
El momento de bañar al bebé es importante también, esto será estimulante para él al entrar en contacto con el agua, y sentir la esponja suave sobre su cuerpo. Tras el baño, un masaje realizado con alguna crema hidratante, conseguirá que el pequeño se relaje, sobre todo si mientras se le realiza se le habla al mismo tiempo con suavidad y dulzura.
Cuando son capaces de agarrar las cosas, los juguetes comenzarán a llamar la curiosidad de los niños, siendo interesantes que éstos sean de diferentes formas y texturas, ya sean lisas, rugosas, de tela, etcétera. Todo lo que se le ofrezca (adecuado siempre para cada edad) les ayudará a potenciar su sentido del tacto en gran manera, ya que si para ellos hay algo realmente interesantes será el hecho de ir descubriendo nuevas cosas.
Es también importante prestar atención a las prendas de vestir que van a utilizar los bebés, ya que estas también les transmiten sensaciones al estar en contacto con su piel, y en ocasiones les llegarán a provocar sensaciones estimulantes y agradables.