Las gestantes no tienen por qué renunciar a viajar, que es un auténtico placer, y más aún para las futuras mamás que muchas veces necesitan un descanso fuera de su ámbito cotidiando.
Eso sí, deben tener en cuenta ciertos detalles. Por ejemplo, cuándo es el mejor momento para hacerlo. La época más segura es durante el segundo trimestre de embarazo, es decir, entre la semana 14 y la 30. En este periodo aún no existe la posibilidad de que se acelere el parto y las complicaciones y síntomas incómodos del primer trimestre ya han desaparecido.
Al comienzo del embarazo, hay que tener en cuenta que debemos hacer una primera visita al ginecólogo alrededor de l octava o novena semana. Esta visita es muy importante, ya que se solicitarán todos los análisis necesarios, se catalogará el riesgo de la gestación y se programará la primera ecografía, que lo normal es que se realice entre las 11 y las 14 semanas. Por eso es importante no ausentarse de nuestros centros médicos habituales durante este periodo.
Pero también hay que tener más preocupación a partir de la semana 30, cuando el volumen abdominal de la madre es grande, existe mucha más prevalencia de patologías tales como presión alta, trombosis venosas, etcétera y existe la posibilidad de que se desencadene un parto prematuro.
Además, cabe destacar que, en el caso de que se haya hecho una amniocentesis, y para prevenir el riesgo de aborto, se recomienda no viajar hasta que pase una semana tras la punción. Las 48-72 horas siguientes son el periodo de mayor riesgo de pérdida de la gestación; de ahí que se aconseje reposo absoluto.
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