En ocasiones, las madres desconocen la necesidad de acudir a un grupo de apoyo. Con este decálogo podrás saber si te hace falta:
1. Tienes dudas antes de parir.
Cualquier duda, inseguridad o incertidumbre previa al parto es mejor resolverla antes de tener al bebé, de esta manera te puedes enfrentar a la lactancia sin prejuicios ni miedos. En los grupos de apoyo, las embarazadas tienen un lugar reservado. Ir a un grupo, conocer a las asesoras y tener claro dónde puedes encontrar ayuda puede resultar vital antes de parir. Y también te van a ayudar a estar preparada para empezar la lactancia.
2. Tu bebé no se agarra al pecho.
Si el recién nacido muestra dificultades, no hay que tener paciencia y esperar una solución espontánea. Pidiendo ayuda podemos valorar las posibles causas y ofrecer soluciones adecuadas que permitan mantener la lactancia y alimentar al bebé.
3. No sabes si las tomas son excesivamente largas o demasiado cortas.
Las tomas de los bebés son muy variables, pero nadie como una madre para saber si las cosas van bien o no. Si tienes duda sobre el tiempo que mama tu hijo, si tienes la sensación que se pasa horas en el pecho y sigue mostrando hambre, o por el contrario parece que pasa muy poco rato en el pecho, que se duerme o que casi no come, pásate por un grupo de apoyo. Necesitamos verificar si sólo es una sensación o por el contrario e bebé no aumenta de peso.
4. El bebé se salta tomas o duerme horas y horas.
Hay bebés que pueden dejar de mamar para dormir horas y horas. Esto hace entrar en un círculo vicioso que suele causar una gran pérdida de peso en el bebé y un susto enorme a los padres cuando se dan cuenta de lo ocurrido. La lactancia no tiene horarios, pero si te parece que tu bebé duerme demasiado y no mama, pide asesoramiento en el grupo.
5. Tu bebé no hace más de dos cacas de color mostaza.
Los niños amamantados con lactancia materna exclusiva, tienen que empezar a hacer deposiciones de color mostaza entre el quinto y sexto día de vida. Si el bebé no defeca o hace cacas de color marrón, puede ser una pista que nos indica que el niño ingiere poca leche. Por tanto, será conveniente evaluarlo y, si es necesario, suplementar su alimentación con tu leche.
Imagen: wesleymc