Hasta la fecha el crecimiento del bebé ha sido progresivo y se le ha visto crecer rápidamente día tras día. A partir del año, este crecimiento descenderá y será más lenta. Sobre esta edad, los niños comienzan a comer algo menos, cosa muy normal y que no deberá preocupar a los padres.
En el caso de que no lo haya hecho ya, a los trece meses el bebé podría comenzar a dar sus primeros pasos sin necesidad de ningún tipo de ayuda, aunque como es lógico, lo hará de forma inestable, por lo que no se sentirá seguro al hacerlo. También será mucho más preciso con sus manos, y podrá manipular objetos con mayor éxito.
Su vocabulario cada vez es más amplio, y aunque no sepa decirlo todo, él será capaz de demostrar a sus padres lo que quiere, y conseguirá que al final lo entiendan.
Aún siguen siendo muy dependientes de los padres, aunque a esta edad parece que comienzan a “despegarse” un poco de ellos. Por otro lado, seguirán mostrándose poco sociables con los extraños.
En lo que se refiere a la alimentación, a los trece meses ya pueden comer prácticamente de todo, y las comidas se repartirán en cuatro a lo largo del día, es decir, en desayuno, comida, merienda, y cena.
Esta edad es perfecta para comenzar a utilizar las pinturas de dedos, aunque eso sí, siempre es recomendable poner al niño ropa vieja, y cubrir la mesa (o la superficie en la que se vaya a pintar) con algún plástico, especialmente las primeras veces porque, como es lógico, repartirán la pintura por todos lados (por regla general son pinturas no tóxicas, pero siempre habrá que mirar bien cada marca y tener cuidado con lo que se compra).