El bebé continúa con sus adelantos, y a los 6 meses ya podrá hacer cosas como darse la vuelta cuando está tumbado, gracias a que su musculatura es más fuerte. Hay que tener especial cuidado en esta época, ya que aunque aún no haya conseguido este logro, sí lo podrá hacer cuando los padres menos se lo esperen, por tanto no hay que dejarlo solo en cambiadores, camas o sofás, ya que podrían hacerlo y caer al suelo.
Entre sus logros, también conseguirá: mantenerse sentado solo durante un breve tiempo, lanzar los brazos a sus padres para que les cojan, agarrarse los pies con las manos, coger objetos con mayor precisión, o mantenerse apoyado de pie y dar saltos mientras se le agarra por las axilas..
Su interés por las personas de fuera de su entorno crece cada día, e intentará llamar la atención de todos aquellos que se le acerquen, aunque en ocasiones también les podrá provocar desconfianza.
A esta edad, por regla general, cambiará su alimentación (aunque la leche sigue siendo lo principal) y se introducirán nuevos alimentos, como son los cereales (primeramente sin gluten) y la fruta a la hora de la merienda (manzana, plátano, pera, o naranja). Además se introducirán en la comida los purés de verduras (zanahorias, judías verdes, calabacín, patata, etcétera). Recordamos que la alimentación la marcará el pediatra y sólo él será el más adecuado para recomendar cuando introducir los nuevos alimentos. Cuando se introduzcan, se hará de uno en uno, para que así sea más fácil identificarlos en el caso de que se produzcan alergias.
Los balbuceos son cada vez más habituales (en ocasiones parecerá que está cantando) y reconocerá su nombre, de manera que cuando se le llama sin que el adulto esté a su vista, se girará intentando localizar la procedencia.