Si lo hacemos bien, el abandono del pañal no va a ser un proceso difícil. El niño aprenderá a controlar de forma voluntaria su pipí, distinguirá las sensaciones que llegan de su cuerpo y las identificará. Incluso será capaz de orinar aunque no tenga ganas. El tiempo que el niño tarda en interiorizar este proceso, suele ir de una semana a un mes aproximadamente. Recuerda que cada niño es un mundo.
Cuando el pequeño ya controla el pipí de día, hay que comenzar a quitarle también el pañal de la siesta, antes que el de la noche, ya que el tiempo de la siesta es mucho menor y será mucho más sencillo.
Lo aconsejable es no dejar pasar más de 15 días, una vez controle el pipí de la siesta, para quitarle el pañal definitivamente. Probablemente él mismo nos pida dormir sin pañales por la noche. Hemos de tener en cuenta que, a pesar de todo, seguramente mojará la cama, por lo que será conveniente comprar un protector impermeable.
Aquí también será muy importante la actitud de los padres. Tenemos que confiar en nuestro hijo. Hay que volver a explicarle que, como ya no necesita el pañal de la noche, se lo vamos a quitar. No os preocupéis, es más facil de lo que parece, porque él estará deseando ser mayor.
Podemos variar un poco la alimentación de la cena, para que no tome demasiados líquidos, pero nunca le prohibiremos beber si él nos lo pide.
Los primeros días es recomendable levantar la niño, cuando los padres vayan a dormir, para que pueda aguantar seco durante más horas. Si esto no fuera suficiente, se le puede despertar a mitad de la noche, pronto lo hará el mismo cuando sienta la necesidad.
¡Ánimo, seguro que lo va a conseguir!
Imagen: racheldevine