El momento de dormir resulta un tanto conflictivo para cualquier niño, especialmente, entre los tres y los cinco años de edad. En esa etapa, los miedos empiezan a surgir de una forma más especial entre los más pequeños de la casa a la hora de ir a la cama. Por ello, para combatir estos temores siempre se debe seguir el mismo ritual antes de que llegue el momento del descanso. Por ejemplo, tomar un vaso de leche caliente, cepillado de dientes, ir al baño, y después, una nana.
La costumbre produce sensación de fortaleza y de valentía. Según Javier Méndez Carrillo que es Catedrático de Psicología de la Universidad de Murcia, el 33 por ciento de los niños que tienen entre 3 y 5 años de edad, tienen miedo a la oscuridad. Para un niño pequeño, detrás de una cortina que se mueven, existe un fantasma. Bajo la sombra de un peluche, puede existir un monstruo. Y en cualquier sonido extraño, una amenaza que asusta.
acudir al especialista para poder hallar una solución al respecto. Por supuesto, existen algunas formas de ayudar a los niños a superar dicho temor. Por ejemplo, es posible darles una linterna para que la enciendan en caso de que tengan que ir al baño por la noche. Llegará un punto en que, por pura inercia, ellos ni siquiera la encenderán porque se sentirán preparados para ir al baño sin luz.
También es fundamental evitar contar a los niños cuentos de miedo o dejar que vean películas de terror. En caso de hacerlo, su sensación de inseguridad en la oscuridad va en aumento.
Imagen: Planeta Curioso
Fuente de la noticia: Revista Mía-Número 1326-página 33