La migraña es un episodio de dolor de cabeza que tiene una serie de características muy concretas, aunque no siempre se dan todas a la vez. Entre ellas, destaca que suele doler sólo uno de los dos lados de la cabeza. Además, el dolor se suele describir como “pulsátil” y lo normal es que mejore bastante con el reposo o el sueño, puede acompañarse de otros síntomas, como náuseas, vómitos o incluso alucinaciones.
No se sabe exactamente por qué se produce, lo que sí se conoce es que suele haber un importante componente hereditario y además se suele desencadenar por factores como ciertos alimentos, o el cansancio.
Hay varios tipos de migrañas, en función de cómo se presentan. La denominada miraña común es de inicio más o menos brusco, dura varias horas y suele acompañarse de náuseas y vómitos. La clásica se caracteriza porque pueden presentarse síntomas antes del dolor de cabeza, como destellos de luz u olores extraños. Y la migraña compleja, menos frecuente en la edad infantil, asocia síntomas relacionados con el sistema nervioso, que acompañan al dolor de cabeza.
¿Cómo se trata? Los cuadros típicos de migraña necesitan, a la larga, otras medicaciones. Dado que alguno de estos fármacos tienen efectos adversos importantes, es fundamental que la indicación la realice siempre un profesional, y se sigan estrechamente en cuanto a la forma de administrarlos.
Imagen: pendulo