Una de las preocupaciones de las madres, especialmente cuando han optado por dar el pecho al bebé (ya que de esta forma no se controla la cantidad que toman), es si sus pequeños han comido lo suficiente. Por regla general, esto no es problema cuando los bebés se mantienen mamando despiertos ya que tomarán hasta que se sacien.
La preocupación de la que hablábamos surge sobre todo cuando los bebés se quedan dormidos al pecho, y es que hay algunos pequeños que parecen estar esperando justamente ese momento en el que se encuentran en brazos de su madre y con el pezón en la boca para dormirse.
Lo más importante es no esperar demasiado tiempo desde que el bebé muestra las primeras señales de hambre para evitar que esté excesivamente cansado cuando se le ponga al pecho. Pero aún así, es probable que algunos bebés succionen durante unos segundos y caigan en un profundo sueño.
En esos casos, la madre puede utilizar algunas medidas de estimulación para intentar mantenerlo despierto, como por ejemplo:
– Acariciarle la cara.
– Tocarle los pies.
– Evitar que haya luz muy fuerte en la habitación en la que se le está dando el pecho, ya que si le molesta la luz tenderá a cerrar los ojos y esto favorecerá el sueño.
– Soplarle muy despacito en la cabeza (no en la cara, porque esto le producirá sensación de asfixia y lo único que se conseguirá es que abra la boca (y suelte el pezón) para coger aire.
– Cambiarle el pañal tras haber tomado el primer pecho, de esta forma se espabilará y estará más dispuesto a tomar el segundo.
No obstante, ante la pregunta de si el bebé come lo suficiente, lo mejor es llevar un control del peso. Si el bebé aumenta de peso de forma normal, significa que en las tomas come lo suficiente y que no necesita más.