Hoy en día, durante un parto tradicional con epidural, la mujer comienza a empujar en el momento que alcanza la dilatación completa sin realizar movimiento alguno ni cambios de posición. Según un estudio publicado en el ‘International Urogynecology Journal‘, se ha demostrado que realizar cambios en la posición de la madre durante el expulsivo reduce tanto el daño perineal como los problemas en el suelo pélvico hasta un 28%.
Gracias a una beca del Ministerio de Sanidad, la investigación se formó para conocer si un modelo alternativo de parto con epidural basado en la biomecánica de la mujer, trabajando el cambio de posición, conseguía reducir los riesgos de partos asistidos y las lesiones perineales, además del tiempo de pujos maternos, ya que favorecía de alguna medida, la bajada de la cabeza del bebe en la fase expulsiva.
Según eplica la coordinadora del estudio, Carolina Walker, “la mujer empuja en la cama, generalmente tumbada boca arriba. Tras un periodo de empujes se colocaba en posición ginecológica, con las piernas sobre los estribos y se finalizaba el parto en esa posición”.
“El modelo alternativo consistía en que una vez conseguida la dilatación completa, se la estimulaba para que fuera cambiando la posición cada cierto tiempo, a elección de la madre, se le ofrecían diferentes opciones de posición. Así aguantábamos hasta que la cabeza del bebe bajará a una posición con la que con poco pujo saliera”, explica.
De esta forma, mientras que en el modelo tradicional el expulsivo da comienzo con las piernas en los estribos, en el modelo estudiado la posición de las mujeres variaba entre sentada, a cuatro apoyos o cuadrupedia, cuclillas en suspensión y de rodillas. A la hora del alumbramiento la posición elegida en todos los casos ha sido con la madre de lado, con la columna y pelvis en posición neutra y la pierna de arriba con rotación interna, “porque la musculatura abdominal se ve favorecida para empujar”.
“El segundo motor del parto, el primero es el útero, es el empuje de la madre, queríamos ver si nosotros colocando a la madre en una posición más ventajosa para estos músculos podemos tener algún efecto reduciendo la necesidad de una asistencia”, explica.
Parece un resultado prometedor, aunque hay que insistir que se refiere a los partos con epidural, pues son los que necesitan de una mayor asistencia de profesionales médicos. Además, se sabe que afecta a la forma de empujar, con ella las mujeres dejan de sentir la fuerte sensación de querer empujar al bebé para que salga, sensación que sí sienten las mujeres sin epidural.
Imagen: hijito
Fuente: europapress