¿Es bueno el chicle para los niños? Los chicles son un producto con el que han crecido muchas generaciones de niños. Se trata de una golosina diferente, en tanto que el chicle se mastica pero no se traga. Está claro que uno de los peligros es ése: que de una forma inconsciente el niño se lo trague por descuido. Sin embargo, no pasa nada porque el niño se trague un chicle. Con lo que sí conviene tener cuidado es con el peligro de atragantamiento que existe en niños muy pequeños. Por tanto, es mejor evitar el consumo de chicle hasta una edad relativamente avanzada de la niñez.
Por otra parte, tampoco es un gesto adecuado en relación con los buenos modales, que los niños se acostumbren a masticar chicle cuando en realidad, están con otras personas, jugando o disfrutando de una conversación. Es mejor dejar limitado el uso de dulces para después de la comida cuando los niños pueden lavarse los dientes y evitar así, el riesgo de caries. De lo contrario, en caso de comer dulces a cualquier hora, puede pasar mucho tiempo entre la ingesta de ese dulce y el cepillado.
La masticación de chicle produce un efecto positivo y es que fortalece el desarrollo de la musculatura. Existen productos muy diferentes en el mercado, por ello, puedes hablar con tu farmacéutico sobre aquel chicle que pueda ser mejor para los niños. Además, también tienes que enseñarle al niño que una vez que se aburra del chicle debe recogerlo en un papel y tirarlo a la papelera. Los niños en su afán por hacer travesuras, tienden a pegar los chicles en el lugar más inesperado, por ejemplo, debajo de la mesa o debajo de la silla.
Imagen: Tras la ciencia
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