Existen algunos niños que duermen de maravilla desde que nacen, sin embargo, hay otros que necesitan ciertas rutinas para adaptarse al sueño. Aquí tienes algunos sencillos consejos para favorecer el descanso del bebé:
1. Cuida la armonía del entorno y de la habitación.
2. Pon al bebé en su cuna cuando está empezando a cerrar los ojos pero no cuando está completamente dormido. No es una buena idea tenerle en brazos hasta que se duerme ya que debe acostumbrarse a la cuna.
3. Evita mirarle directamente a los ojos en esos momentos ya que los sentidos del niño se estimulan de una forma sencilla a través del amor de la madre o del padre. De este modo, puedes estar presente pero sin interferir en su ritmo de descanso y de sueño.
4. Evita que en la habitación haya mucha luz, ya que en ese caso, el niño tendrá dificultades para centrarse en el reposo. Para ello, puedes colocar una lámpara que ilumine levemente desde la mesilla de noche. Baja las persianas del cuarto.
5. Puede ser positivo para algunos niños escuchar música muy suave y relajante de fondo antes de dormir. Por esta razón, cantarle una nana al bebé también puede ser una buena idea.
6. Algunos bebés duermen mucho tiempo de día y poco de noche. En ese caso, puedes ayudarle al pequeño a reconocer la diferencia. ¿Cómo? Deja que duerma la siesta en una zona muy iluminada de la casa por la que entre bien el sol.
7. En caso de que esté dormido, cámbiale el pañal si no hay más remedio. Es decir, apuesta por un pañal que sea muy absorbente para las noches. Si le cambias el pañal, está claro que le vas a despertar mucho más.
Imagen: Farmacia Internacional
Más información: Baby Center