No hay un tratamiento para curar el daltonismo, pero detectar a las personas que presentan anomalías en la visión de los colores es muy importante. El color es una herramienta didáctica para identificar objetos o grupos de ideas, algo que puede poner en desventaja a un niño con un daltonismo no diagnosticado, con respecto a los demás niños de su grupo.
Por lo tanto, en el caso de los niños en edad escolar, su retraso en la diferenciación de los colores puede generar ansiedad entre los profesores y padres. Así, el conocer la anomalía puede permitir desarrollar claves diferentes para discriminar los colores de forma adecuada.
En cuanto a los adultos, curiosamente casi la quinta parte de los que padecen daltonismo no es consciente de su anomalía. Pero conocer esta deficiencia en la visión de los colores permite encontrar herramientas adaptativas. También hay que destacar que el daltonismo incluso puede condicionar la elección de la carrera profesional.
En la consulta rutinaria con el oftalmólogo se pueden realizar las pruebas de detección de daltonismo, requiriéndose algunas más específicas para determinar el tipo. El test de Ishihara desvela una diferencia rojo-verde, que es la anomalía más frecuente. Para diferencias tritán (conos azules), se requerirá el test de Richmond HR 2002 o el test de Farnsworth F2.
Imagen: crecebebe
Fuente: kidda