En los últimos tiempos los pediatras lo tienen claro: los bebes deben dormir siempre boca arriba con la cabecita ligeramente girada hacia la derecha o izquierda.
Hasta hace algunos años, se consideraba que la mejor postura para dormir a los bebés era boca abajo, se entendía que el hacerlo así era beneficioso para el bebé especialmente por si se daba el caso de vómitos o reflujos. Al estar boca abajo a simple vista parece que si ocurriera esto, al bebé le resultaría más fácil expulsar lo que tiene en la boca que si está boca arriba, y parece también más evidente que se evitaría la asfixia, sin embargo al estar boca abajo se corren muchos mayores riesgos de asfixia. Otra de las razones que se tenían para dormir al bebé boca abajo era que se creía que de esta forma se presionaba la barriguita del niño y se facilitaba la expulsión de los gases.
Pero la mayor razón de peso para no echar a dormir a un bebé boca abajo es porque se cree que esta postura podría favorecer el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante. Por lo que parece, el número de bebés que mueren por esto ha descendido en gran manera hasta un 50% aproximadamente, en aquellos que duermen boca arriba.
Esto no quiere decir que en ningún momento se le ponga al niño boca abajo, al contrario, se recomienda hacerlo durante los ratos que no está durmiendo, algo que le ayudará a fortalecer los músculos, las primeras veces se hará esto durante tiempos cortos y se irán aumentando poco a poco, el niño marcará los tiempos, es decir, que lo dejaremos en esa posición hasta que veamos que comienza a quejarse por estar incómodo.
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