Continuamos ofreciendo algunos consejos sobre los cuidados de los bebés en las playas o piscinas:
– Es conveniente que el niño use gorro y si va a permanecer sentado, colocarlo bajo una sombrilla, igualmente esto se hará cuando vaya a ir de paseo (en este caso la sombrilla será las que se adaptan a los carritos de los niños).
– Es importante tener siempre a mano una botella de agua y ofrecérsela frecuentemente para evitar la deshidratación.
– A los niños les encanta permanecer sentados en la orilla de la playa jugando con la arena y viendo como el agua viene y va mojándoles. Hay que dejarlos jugar, pero en hay que prestar muchísima atención a los más pequeños, ya que podrían llevarse a la boca cualquier objeto que caiga en sus manos (una piedrecita, una concha, etcétera).
– No es tontería mantener al niño vestido y calzado (la arena está muy caliente y la piel de los pies del niño no está preparada para pisarla) cuando está en la playa y no dentro del agua. Las ropas deber ser de tejidos frescos y colores claros.
– Si el niño anda, los padres tendrán que agregar otra preocupación a su lista, y será la de no quitarle la vista de encima para evitar que eche a andar y se pierda entre la gente, o peor aún, que se vaya directamente hacia el agua. No es mala idea, cuando vamos a la playa con niños pequeños, elegir un sitio para instalarse cercano a un puesto de socorro, y tampoco está demás colocarle al niño una pulserita identificativa en la que aparezca el número de teléfono de los padres.
– Algo también muy normal, es que los niños nada más llegar a la playa, se llenen de arena de arriba a abajo. Por ello, los padres pueden llevar una mono-dosis de suero fisiológico para limpiar sus ojos en el caso de que se le llenen de arena.
Foto obtenida de: bradpilon.com
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