La envidia es una emoción que se desarrolla en los primeros años de vida, cuando el niño empieza a relacionarse con su entorno social. Es un sentimiento negativo que puede hacer sufrir a tu hijo y que repercute en su comportamiento, su personalidad y sus relaciones afectivas.
Si él no entiende su significado, esto dificultará que la controle y la forma de expresarla. Así, es posible que la manifieste mediante conductas desadaptadas como la irritabilidad, pataletas, aislamiento, etcétera. Por eso es importante que le expliques qué es y le enseñes a expresarla de forma saludable. Toma conciencia de que la educación emocional es una asignatura tan fundamental en la vida de tu hijo como cualquier otra del ámbito académico.
Estas recomendaciones te podrán ayudar en el momento en que le plantees a tu pequeño el tema:
Háblale, en primer lugar, de qué son las emociones: la envidia es una emoción muy compleja que hace necesaria una introducción previa a qué son las emociones. Para ello, pregúntale a él qué entiende por la palabra “emoción” y pídele que te ponga ejemplos al respecto. Posteriormente, adaptando el lenguaje a su edad, debes hacerle entender que una emoción es un conjunto de sensaciones, pensamientos y comportamientos que aparecen ante situaciones concretas. En el caso de la envidia, esta emoción aparecerá cuando deseas algo que tiene la otra persona.
También conviene intentar exponerle que los celos se parecen a la envidia, pero en vez de surgir de las posibles carencias que el niño cree tener, nacen ante el miedo por perder algo o a alguien amado, al que quieren conservar. Se trata de algo complicado, porque es frecuente que en niños y adultos ambas emociones vayan juntas.
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