Se habla de insuficiencia cervical cuando el cuello del útero no se mantiene cerrado hasta que se concluye el periodo de gestación, es decir que el cuello del útero se dilata antes de que el embarazo llegue a su término, normalmente ocurre alrededor de entre la octava y décima semana (aunque esto dependerá de lo fuerte que esté el cuello del útero y de la resistencia que tenga).
Lo que caracteriza esta dilatación es que se produce sin dolor y por tanto no hay contracciones, de manera que en muchos casos la mujer no siente ningún síntoma antes de tiempo, el más evidente será, más tarde, cuando se rompe la bolsa amniótica. Las mujeres que sufren este problema pueden llegar a tener un aborto, o bien un parto prematuro.
Si se detecta a tiempo, es muy posible que el especialista recomiende hacer un cerclaje uterino (siempre que se considere una situación de riesgo), una intervención quirúrgica en la que se procede a cerrar el cuello del útero con algo similar a una cinta. La operación no suele ser complicada, y por regla general tras unas horas en el hospital se mandará a la madre a casa. La mujer deberá tener cuidado después y guardar reposo. Por último, cuando se alcanza la semana 38 de embarazo se procederá a quitar las suturas que se dejaron para mantener cerrado el cuello del útero en la intervención (en el caso de que la mujer se pusiera de parto antes, se las quitarían en ese momento).
Si todo transcurre con normalidad, lo más probable es que la mujer termine teniendo un parto normal sin mayores complicaciones.
Foto obtenida de: thepregnancyzone.com.