¿Sabes que tu hijo gastará una media de 5.000 pañales hasta que aprenda a controlar sus esfínteres? Sin duda, los pañales desechables son uno de los productos estrella en el cuidado del bebé. La industria es consciente de ello y cada vez los perfecciona más y más, buscando ofrecer el mayor bienestar posible. Además, la preocupación por el medio ambiente es un factor que paulatinamente se va teniendo más en cuenta.
Los nuevos materiales son realmente absorbentes y logran una máxima velocidad de absorción y una óptima retención de la humedad en el núcleo del pañal. La clave está en distribuir la sustancia absorbente en las zonas donde los bebés más lo necesitan (teniendo en cuenta si son niños o niñas).
El resultado final es un pañal que se adapta muy bien al cuerpo del bebé, ultrafino, lo que permite una mejor movilidad del pequeño; y, lo más importante, que deja su culito seco y alejado de la humedad al instante.
Podemos escoger los pañales en función de la edad y del peso del bebé o de si es niño o niña, pero también los hay especiales para la noche, adaptados a pieles muy sensibles (hipoalergénicos), para recién nacidos prematuros, para usar como bañador…
La oferta es variada, pero en el momento en que vayas a elegir el pañal para tu hijo, fíjate en estas características fundamentales:
- El tamaño: para saber cuál es el apropiado para tu bebé, debes fijarte en que no le cuelgue ni le quede abierto mientras gatea o juega (ya que con ello se producirán fugas).
- La cantidad de gel: ésta va a determinar la capacidad de absorción del pañal, ya que las perlas de gel atrapan el pipí, manteniéndolo alejado de la piel del bebé.
- Las barreras antidesbordes: son las que impiden que se escape la orina por los laterales del pañal.
- La cubierta exterior: puede ser plástica o simil-tela.
- El cierre: hay pañales con cintas adhesivas o con cintas de abrojo (que permiten pegar y volver a repegar, sin romper el pañal).
- El formato: tradicional o anatómico, que se adaptará mucho mejor al cuerpo del bebé.
Imagen: blogspot
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