Aunque lleves una dieta equilibrada durante el embarazo, también es muy importante la cantidad de líquidos que tomes. Según la Asociación Española de Matronas, una mujer embarazada necesita tomar unos tres litros de líquidos al día, para disponer de la cantidad adecuada a las nuevas necesidades.
Por eso, Mª Ángeles Rodríguez, presidenta de la Asociación Española de Matronas, recomienda beber aproximadamente 2,3 litros de agua al día, repartidos en pequeños sorbos. De este modo, llevando siempre una pequeña botella contigo, te asegurarás una buena hidratación.
Durante el embarazo, debido a los cambios hormonales que se producen, tu cuerpo tarda más en detectar que necesita agua; por lo que es recomendable que bebas a menudo, incluso antes de tener sed. Así, bebiendo suficiente agua podrás evitar ciertos problemas relacionados con situaciones límites de hidratación como dolores de cabeza, náuseas o retención de líquidos.
Para hidratarte de forma adecuada tienes que tomar ciertas bebidas con moderación, como es el caso de las bebidas con cafeína (té, café, colas). Ten en cuenta que la cafeína tiene un efecto diurético y hará que vayas más al baño.
Por eso, durante esta etapa tan importante de tu vida, la calidad del agua es realmente fundamental. Elige una agua ligera, que por su sabor sea fácil de beber y te ayude a estar correctamente hidratada.
¿Cómo puede ayudarte un agua mineral? En primer lugar, aportándote los minerales que necesitas. Y es que en esta época de tu vida aumentan las necesidades de minerales como el calcio, fundamental para tus huesos y los de tu bebé. Por tanto, con dos litros de agua mineral natural al día, puedes completar el aporte de minerales que tu organismo requiere.
Pero, además, una buena hidratación con los minerales y oligoelementos necesarios va a ayudarte a aliviar algunos de los malestares más comunes durante la gestación como el estreñimiento, la retención de líquido y la infección de orina.
Imagen: hola
Fuente: guiainfantil