1. La conjuntivitis se produce cuando se inflama la conjuntiva, un tejido que recubre el interior de los párpados y se extiende a la parte anterior del globo ocular, y que esencialmente tiene una función de protección.
2. Los primeros síntomas son enrojecimiento ocular leve y aumento del lagrimeo, que llevan la necesidad de frotarse los ojos o parpadear frecuentemente.
3. Suele afectar a los dos ojos al mismo tiempo, aunque puede comenzar en uno y extenderse después al otro. En ocasiones es asimétrica y afecta a un ojo más que a otro.
4. La cojuntivitis puede ser consecuencia de un mal drenaje del lagrimal (por tener el conducto lagrimal obstruido), puede deberse a causas infecciosas (como la llegada de bacterias o virus desde las fosas nasales o desde las manos de los niños) y a no infecciosas (agentes externos como el polvo, el polen o la contaminación).
5. Cuando el niño presenta acumulaciones de secreciones con un aspecto mucoso, purulento y espeso, que se le pegan a los párpados y a las pestañas impidiéndole abrir con normalidad los párpados por la mañana, es probable que esté padeciendo una conjuntivitis de tipo infeccioso.
6. Para erradicar el germen que ocasiona la infección se suelen usar colirios o pomadas con antibióticos convencionales de amplio espectro, siempre prescritos por el pediatra, que antes ha evaluado el estado de los ojos. El tratamiento acorta la duración de la infección y previene las posibles complicaciones.
7. Las conjuntivitis infecciosas son especialmente contagiosas. Para evitar el contagio hay que extremar las medidas de higiene; éstas incluyen lavar las manos con asiduidad y evitar que el niño se frote los ojos (ni que toque los ojos de otro niño que haya padecido la patología).
8. Si el profesional médico ha pautado el uso de colirios o pomadas oculares, éstos siempre deben administrarse después de limpiar los ojos. Para esta limpieza podemos usar suero fisiológico. Las toallitas oftálmicas serán muy útiles para la correcta higiene de los ojos de los bebés y los niños. La limpieza se ha de hacer de fuera hacia dentro (hacia el lagrimal).
9. Para prevenir la conjuntivitis por obstrucción del conducto lagrimal es bueno realizar un ligero masaje en la zona del ojo más cercana a la nariz, lo que contribuye a vaciar las secreciones que se acumulan en ese conducto.
Imagen: muyembarazada