El biberón es un producto infantil básico que se utiliza para que el bebé tome leche materna, leche artificial, agua u otro tipo de bebidas. Por eso, la elección se debe orientar hacia un modelo práctico y funcional.
Para escoger bien tenemos que contemplar varias consideraciones como el tamaño (según la cantidad de líquido que necesite el pequeño a cada edad), la forma, más o menos ergonómica; o el material con el que esté elaborado, que debe ser resistente a los golpes y a las altas temperaturas. Pero, además de todo esto, nunca hay que olvidar otro factor realmente importante: su facilidad de limpieza.
Preparar un biberón es relativamente fácil, pero siempre hay que cuidar mucho la higiene. Por tanto, lo primero que tenes que hacer es lavarte bien las manos con agua y jabón para poder así manipular cualquier utensilio de la toma de forma segura.
Ya puedes comenzar con la elaboración del contenido del biberón. Para ello, hierve el agua, bien sea del grifo o envasada (con bajo contenido en sales minerales), y déjala templar a unos 40 ºC. Entonces añade la medida adecuada de leche en polvo, utilizando el dosificador que incluye cada preparado. Esta medida tiene que ser rasa y sin comprimir.
En general, una medida rasa de fórmula infantil son aproximadamente cinco gramos por cada 30 mililitros de agua. Tampoco debes añadir por tu cuenta nada (ni azúcar, ni complejos vitamínicos…).
Imagen: sierraclubgreenhome
Leche blemil says
Hay que tener cuidado con las medidas de cada toma para que nuestro hijo disfrute de su biberón y luego no tenga molestias digestivas. Nosotros siempre hemos confiado en los productos de Ordesa para alimentar a nuestro hijo, y siempre hemos quedado satisfechos.
Saludos,
Diana
Ana Pérez says
Muchas gracias por el aporte Diana.
Un saludo.