Cuando el niño es tímido, los padres se plantearán muchas dudas respecto a cómo pueden ayudar a sus hijos. La timidez también tiene grados, y habrá que saber en qué punto está el niño, ya que no será lo mismo un niño al que de entrada simplemente le cueste un poco hablar con extraños, que otro que, en esa misma situación, llegue a sentirse angustiado. En cualquier caso, si los padres consideran que la timidez llega a resultar un problema para los niños, y ellos no saben cómo actuar, como siempre aconsejaremos que se consulte con un psicólogo para que los oriente.
Según algunos investigadores, el secreto para vencer la timidez está en la figura materna, y consideran que debe ser ella la que estimule al niño a relacionarse (estos estudios llegaron a la conclusión de que es más probable que exista un niño tímido en los hogares cuyas madres se relacionan poco o nada).
Ante un niño tímido hay que ser paciente, el “problema” no va a desaparecer de un día a otro, sino de forma paulatina, es más, no conviene exigir al niño grandes cosas porque esto lo único que le provocaría es una mayor angustia. Hay que dejar al niño que se adapte a las nuevas situaciones poco a poco así como a la nueva gente. Si se sabe de antemano que el pequeño va a conocer a alguien nuevo, no estará de más prepararle para el encuentro, explicándole quién es, cómo es, etcétera. Cuando consiga superar la timidez en situaciones que antes le eran especialmente difíciles, hay que felicitarlo y elogiarle mostrándole lo orgullosos que están papá y mamá de él.
En cualquier caso, el niño debe sentir que los padres lo aceptan tal y como es, se debe trabajar la timidez pero no hay que pedir milagros, probablemente un niño que es muy tímido nunca va a destacar por hablar mucho cuando hay un grupo de gente delante, sin embargo, sí pueden conseguir llevar un vida totalmente normal sin sentirse diferentes o raros al resto.
Foto obtenida de: fathermag.com.