Algunos de los mitos más populares son totalmente inofensivos e incluso pueden llegar a ser divertidos, especialmente aquellos que tienen como finalidad averiguar el sexo del bebé, como por ejemplo:
– Delante de un espejo la mujer debe mirar sus pechos. Si el derecho tiene mayor tamaño, será niño, y si es el izquierdo el mayor, entonces será niña.
– Utilizando dos sillas con cojines en los asientos, colocar unas tijeras bajo un cojín sin la que embarazada lo vea. Después habrá que pedirle que se siente sobre una silla… dependiendo de la que elija el bebé será niño o niña.
– Hacer girar una cadenita de la que cuelgue un anillo sobre la barriga de la embaraza, si la cadena hace giros es que será niña, y se mueve en línea recta será niño.
– Si durante el embarazo el hombre engorda será niña, pero si no lo hace es que va a ser niño.
Estos y otros mitos (algunos ya los hemos enumerado en las últimas entradas), siempre que se tomen como un juego, no harán ningún daño y servirán para pasar un rato entretenido con los amigas… por supuesto ninguno de ellos tiene valor científico, y por tanto no hay que creerse los resultados.
Lo mitos están ahí, y durante muchos años nuestras abuelas y sus madres han creído en ellos, por tanto, tampoco es cuestión de tomárselo a risa cuando las abuelas, con toda su buena voluntad, explican a la embarazada un sinfín de cosas que deben y no deben hacer. Probablemente incluso conozcan a alguien a la que le pasó y ellas vieran en su día de primera mano cumplido el mito, pero esto no es razón suficiente para tomarlos en cuenta, probablemente no fue más que una coincidencia. Hacemos hincapié en que antes de tomar ninguna medida se consulte siempre con el especialista, será la única forma de salir de dudas..
Foto obtenida de: idiva.com.