En septiembre de 2010, la Agencia Europea de Medicamentos y de Productos Sanitarios aprobaron la ampliación de la indicación de la vacuna tetravalente frente al virus del papiloma humano (VPH) para que se pudiera utilizar en mujeres de hasta 45 años de edad.
Ensayos clínicos han demostrado que esta vacuna puede prevenir infecciones o enfermedades persistentes relacionadas con el VPH en la franja de edad que va desde los 26 a los 45 años, rompiendo así con la creencia de que sólo es útil en adolescentes que aún no han iniciado relaciones sexuales.
No hay que olvidar que las patologías producidas por este virus son, en muchos casos, graves. El cáncer de cuello de útero es, sin duda, la de mayor gravedad, pero también puede generar lesiones precancerosas de medio y alto grado, adenocarcinoma, cáncer de vulva y de vagina y verrugas genitales.
Esta vacuna protege frente a cuatro serotipos (6, 11, 16 y 18). Pero aún cuando la mujer se haya contagiado frente a algún serotipo, la vacunale va a proteger frente a otros (también cancerígenos), así como contra las verrugas, que son cada vez más frecuentes.
La Asociación Española de Pediatría recomienda la vacunación de todas las adolescentes y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia aconseja la prevención primaria y secundaria de los cánceres de cuello de útero y otras patologías en:
- Niñas de 9 a 14 años: máxima prioridad de vacunación por su máximo potencial preventivo.
- Mujeres de hasta 25-26 años: alta prioridad de vacunación por la evidencia del alto potencial preventivo.
- Mujeres de 27 a 45 años: la vacunación es beneficiosa para prevenir reactivaciones o reinfecciones en mujeres previamente infectadas y que habían aclarado la infección.
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