La comida está directamente vinculada con el bienestar de una mujer embarazada, sin embargo, esta cuestión puede ser abordada desde diferentes puntos de vista. No solo se trata de aquello que se come, sino también, de cómo se come. Por tanto, evita las prisas cuando te sientas a la mesa, disfruta del plato que tienes delante de ti, y siéntete afortunada por poderte dar ese pequeño placer, saborea cada bocado, no tienes prisa, cuídate y mímate.
Se trata de hacer apología de la filosofía de la lentitud en una sociedad marcada por la prisa y la presión. Bastantes cambios tiene que hacer una mujer en su vida después de ser madre como para adelantarse al tiempo, y meterse también tanta prisa a sí misma en la gestación. Los nueve meses, son un tiempo para ti, para centrarte en ti misma y darte toda la atención que mereces.
Tu cuerpo también agradece esta calma puesto que comer de una forma pausada favorece la digestión eficaz. Si tu pareja tiene menos tiempo que tú para comer entre semana por motivos de trabajo, entonces, acompáñale esos minutos para darle conversación y para estar con él, pero espera a que se marche para preparar tu menú.
Pon música de fondo, coge postura cómoda y disfruta del momento presente porque la vida siempre se vive en forma de ahora. Y las sensaciones nos permiten dar mucho más peso al placer de este instante.
Imagen: Enervizante
Más información: Hogar Útil