En cualquier época del año, pero sobre todo en verano, cuando los niños salen más de casa, no paran de jugar y de hacer ejercicio físico y hace más calor; es fundamental que vigilemos su buen estado de hidratación. Recuerda que hay que ofrecerles líquidos frecuentemente y que tienen que beber aunque no tengan sed, ya que es una sensación que aún no tienen bien desarrollada.
Para que les cueste menos conseguir una buena hidratación, podemos echar mano de varios tipos de bebidas y alimentos. Además, poco a poco, si somos constantes, convertiremos esta práctica en un buen hábito que los niños irán aprendiendo, casi sin darse cuenta.
Según las indicaciones del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, los niños, por edades, han de tomar estas cantidades de líquido:
- Lactantes de 0 a 6 meses: 0,7 litros de agua (proveniente de la leche materna).
- 1 a 3 años: 5,5 vasos (1,3 litros) de agua en total (incluyendo el líquido de todos los alimentos y las bebidas que se consumen en la dieta diaria), lo cual incluye el consumo total de cuatro vasos aproximadamente (0,9 litros) de líquido, como el agua potable.
- 4 a 8 años: 7,5 vasos (1,7 litros) de agua en total, lo cual incluye el consumo total de cinco vasos aproximadamente (1,2 litros) de líquido, como el agua potable.
- 9 a 13 años: Niños: 10,5 vasos (2,4 litros) de agua en total, lo cual incluye el consumo total de 8 vasos aproximadamente (1,8 litros) de líquido, como el agua potable. Niñas: 9 vasos (2,1 litros) de agua en total, lo cual incluye el consumo total de 7 vasos aproximadamente (1,6 litros) de líquido, como el agua potable.
El agua es una excelente forma de hidratarse, pero también se puede recurrir a otras bebidas y alimentos, porque cuanto mayor sea la diversidad de sabores, más se animarán los niños a beber:
- Alimentos ricos en agua como las frutas: opta por las frutas de temporada en cada estación, porque estarán en su punto. Los caldos y las sopas también son una aceptable fuente de hidratación.
- Lácteos: calman la sed y son la primera fuente de calcio. ¡No deben faltar en la lista de fuentes de hidratación de tu hijo!
- Zumos de frutas: además de hidratar, su contenido en fructosa aporta energía a nuestros niños. Pueden elegir entre varios sabores que les encantarán.
- Bebidas ricas en sales minerales: resultan una opción acertada para poder recuperar los minerales que se pierden al hacer ejercicio.
Imagen: kidsfoodfestival