Los calambres nocturnos y la parálisis del sueño son los trastornos del sueño que vamos a ver hoy, ambos casos se suelen dar en un bajo porcentaje de los niños y no suelen ser preocupantes, pero ante ellos se debe consultar cada caso con el pediatra.
– Calambres nocturnos. Se da especialmente en niños con edades superiores a los 5 años. Estos niños, durante la noche, sienten que les dan calambres en las piernas (también puede darse en los pies) y se despiertan por el dolor. Esta molestia hará que les cueste volver a conciliar el sueño. Se baraja la posibilidad de que los calambres nocturnos se deban a una escasez de potasio, por lo que, como decíamos anteriormente, se debe llevar al niño al médico para descartar esto.
– Parálisis del sueño. Por regla general esto ocurre cuando el niño se acaba de despertar (aunque también es posible que ocurra en el primer momento del sueño) y se caracteriza porque el niño no será capaz de mover una zona muscular (grupo de músculos). Esto resultará algo especialmente incómodo, angustioso, y preocupante para el niño y para sus padres, ya que durante un rato tendrán la sensación de que el peque se ha quedado inválido. Pero todo termina pasando después de un rato y poco a poco el niño volverá a tener el control de su cuerpo.
No existe un tratamiento para este trastorno ni tampoco se sabe a ciencia cierta cuál es la causa de que suceda, por lo que lo único que se podrá hacer es darle las explicaciones oportunas al niño, y decirle sobre todo que es cuestión de unos minutos y que después todo pasará. No obstante, igual que decíamos en el caso anterior, es más que recomendable consultar también esto con el médico del niño.
Foto obtenida de: www.indiana.edu.