Hay que tener en cuenta que los bebés pasan muchas horas durmiendo, y por lo tanto tumbados, y más aún porque cada vez se coge menos al bebé en brazos, en contra de épocas anteriores.
Entre el 10-15% de los lactantes sufren plagiocefalia cuando hace 20 años sólo la tenía uno cada 300. Esto ha aumentado el número de visitas al pediatra y los casos de bebés que deben llevar una prótesis craneal (casco para corregir la forma de la cabeza). Todo ello podría evitarse cambiando al bebé de postura cuando está despierto y colocándole boca arriba.
Con simples cambios de hábitos se consigue que no aparezcan deformidades. El “tummy time” que significa “hora de las barrigas” hace referencia a la posición en la que hay que colocar a los lactantes cuando están despiertos, siempre vigilados y controlados. Con esto se consigue que, al estar boca abajo, se fortalezca la musculatura del cuello, espalda, hombros, brazos y cadera, a la par que se evita que la cabeza esté apoyada en una superficie plana y favorece que se redondee por su propio crecimiento natural. También, el “tummy time” ayudará al lactante a girarse sobre sí mismo antes de lo habitual, lo que favorecerá en un futuro el aprendizaje del gateo.
Además de esto, existen otros recursos para prevenir la plagiocefalia como ciertos cojines que proporcionan un buen soporte a la cabeza sin reducir la movilidad del bebé y que son útiles hasta los seis meses.
Debemos recordar que coger al bebé en brazos es bueno y recomendable, y hacerlo no es malcriarlo. Los bebés se encuentran seguros y crean autoestima cuando sienten a sus padres cerca. Abrazad sin miedo a vuestro bebé todo lo que queráis/podáis y estaréis evitando que pase mucho tiempo tumbado sobre una superficie plana, con lo que tendrá un crecimiento normal de la cabeza.
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