El final de curso es un evento que tiene protagonismo en los colegios como bien muestra el festival que da cierre al curso académico y en el que los niños son protagonistas directos. Sin embargo, el final de curso también marca un punto de inflexión en la vida familiar. A partir del verano, cambia el ritmo en tanto que los niños pasan más tiempo en casa y se refuerza la convivencia en común.
Por ello, también es un punto muy positivo convertir en tradición la celebración en familia de la fiesta de final de curso.
¿Cómo celebrar este evento?
1. En primer lugar, conviene posponer la celebración al fin de semana cuando todos los miembros de la familia están más libres de obligaciones y su agenda es más flexible.
2. En segundo lugar, es posible celebrar la fiesta de final de curso con una merienda en casa en la que el niño sea el protagonista. En paralelismo con la organización de un cumpleaños infantil pero en este caso, son los familiares los invitados.
3. Toda celebración que se precie tiene un regalo. Por ello, apuesta por un regalo sencillo. Por ejemplo, un libro para que el niño pueda leer en vacaciones estivales. Este regalo se puede convertir en un hábito cada año.
4. Esta fecha tan señalada también es la ocasión perfecta para organizar planes más especiales para el niño. Por ejemplo, ir al cine en familia, salir a disfrutar de un helado, ir al planetario… La ocasión bien lo merece.
5. Con la llegada del buen tiempo existen planes que cobran protagonsimo. Organizar una excursión y pasar un día en el campo. Puedes preparar un picnic porque este plan encanta a los niños.
Llega el verano, la época ideal para jugar en la calle.
Imagen: Bule Voador