En la etapa infantil ponemos en práctica muchas de las habilidades emocionales de la etapa adulta. Los niños tienen que aprender a resolver conflictos por sí mismos pero para ello, el diálogo es muy importante.
1. En primer lugar, es fundamental que los padres inculquen a sus hijos el poder de la palabra. Recuérdale a tu hijo que entrar en una pelea solo trae más problemas. Por el contrario, el poder de la palabra es muy importante.
2. Explica a tu hijo que cuando sienta que tiene un conflicto grande que resolver, pida la ayuda de un adulto para poder hacerlo. En el contexto académico, el profesor es un punto de referencia. En el hogar, son los padres o los abuelos quienes pueden ejercer de guías.
3. Explica a tu hijo las consecuencias que puede tener una pelea en un contexto determinado. Por ejemplo, si se pelea con su hermano en casa será castigado. Del mismo modo, si se pelea con un compañero del equipo de fútbol puede ser expulsado de dicho equipo.
4. Dile a tu niño cómo reaccionar cuando se encuentra con otro niño que quiere mantener una pelea. En ese caso, dile que debe mantener una distancia para calmarse y no responder a las provocaciones del otro.
5. Ayúdale a tu hijo a buscar las respuestas a sus propias preguntas, por ejemplo, a través de la lectura de un libro o viendo una película que trata un tema puntual.
6. Habla con tu hijo sobre situaciones similares que viviste tú en tu infancia. Seguro que se sentirá más cerca de ti cuando hables del tema porque a pesar de que los tiempos cambian, la vida no cambia tanto.
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Imagen – Guía Infantil