Lo habitual es que, dar a luz, sea un proceso natural y que no se den complicaciones durante él. Sin embargo, es cierto que en el último momento, e incluso antes, pueden saltar las señales que hagan pensar que el parto va a ser más difícil de lo que la madre esperaría.
¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes en los partos? La que gana en número es la complicación por una mala posición, pero hay que decir, que, mientras la mujer sea correctamente atendida, esto se terminará solucionando, de una forma u otra, con la ayuda de los especialistas.
Complicación por mala posición del bebé:
Esta, como decíamos, se puede considerar la más habitual. Lo normal es que el bebé nazca de cabeza, y que, si no lo ha hecho antes, se coloque en esa posición durante las últimas semanas (lo normal es que lo hagan durante la semana 36 aproximadamente). Pero hay casos en los que el bebé no terminará de tomar esa posición, pudiendo llegar al parto:
- De nalgas. Cuando el bebé parece estar sentado en el interior de mamá. Esto puede ocurrir por nudo en el cortón, y además podría ser señal de placenta previa.
- Transversal o de hombro. El bebé estará totalmente atravesado. En mujeres primerizas, los especialistas, por regla general, optarán por aplicar una cesárea ante esto. Las mujeres que anteriormente hayan tenido más hijos, pueden tener más suerte y se podrá intentar dar la vuelta al bebé.
Si en la semana 36, el bebé no tiene una posición idónea, el especialista podría intentar girar desde fuera, aunque el éxito no está garantizado, y no se realizará en todos los casos, sino tan solo en aquellos en los que se considere oportuno.
Imagen: kala blankenship